"Leyendas de pasión" o "El último samurai" son algunos de los trabajos del realizador Edward Zwick, acostumbrado a contarnos grandes historias, y que en este caso cambia de registro para ofrecernos un relato más íntimo difícil de englobar en un género concreto. Empieza como una
comedia romántica comercial y poco a poco se va inclinando hacia un drama
relativamente serio, lo cual estaría bien si no fuera porque en la parte final se desvanece toda esta originalidad para convertirse en una película de amor bastante convencional. La pareja protagonista hace alarde de su personalidad en pantalla caracterizando con gracia unos personajes pegadizos que enganchan en todo momento sin aburrirte en
exceso.
Mi puntuación: 5/10
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