La oxicodona, y concretamente el oxycontin, es una de las drogas más extendidas y problemáticas en los Estados Unidos, y esta premiada miniserie de ocho episodios narra su nacimiento, auge y establecimiento legal mediante tres enfoques diferentes: la farmacéutica, las víctimas y las fuerzas de la ley. A su vez, y dentro de cada uno, hay varias subtramas con personajes diferentes, y ahí es donde encontramos sus principales fortalezas y flaquezas.
Dejando claro que en términos interpretativos todo el reparto raya a un excelente nivel, no todas las líneas argumentales provocan el mismo interés. En lo relativo a la investigación, la mejor parte sin duda y en la que más nos hubiera gustado profundizar, se exprime demasiado la irrelevante vida personal de alguna secundaria, y los tejemanejes de la empresa responsable, tanto a nivel directivo como comercial, valen su peso en oro, aunque es complicado discernir donde termina la realidad y empieza la ficción. Lo mismo ocurre con las historias protagonizados por los adictos, unas más llamativas que otras, pecando de lacrimosas en ciertos momentos.
Aún así, la cantidad de hechos narrados, los continuos saltos temporales, que en ocasiones dificultan seguir el hilo, y lo sorprendente a la par que inquietante de lo que nos están contando, resulta sumamente entretenido y logra transmitir a la perfección la sensación de impotencia de quienes sufrieron, sufren y sufrirán las consecuencias de una escalofriante verdad: el dinero está por encima de la salud de las personas.
Mi puntuación: 7/10
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