Si la primera parte era una película basada en un videojuego, ésta se ha convertido en uno directamente de principio fin. Dividida en fases con sus ambientaciones bien diferenciadas, los protagonistas se enfrentan a una sucesión de acontecimientos y enemigos que culminan en el típico jefe final, todo ello metido en un argumento lleno de incoherencias y sinsentidos. Esto, unido a la pérdida alarmante del genuino estilo que caracterizaba a su antecesora, hacen comprensible su no estreno en los cines de nuestro país a pesar de contener ciertas secuencias acongojantes fruto de ideas recicladas.
Mi puntuación: 4/10
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