Para
empezar la película debería llamarse "El abogado", el cual está
magníficamente interpretado por Michael Fassbender acompañado de un reparto
perfecto, destacando por encima de los demás a un Javier Bardem que como
siempre lo borda y sobre todo a una sorprendente Cameron Diaz que nos deleita
con el mejor papel de su carrera. Por otro lado tenemos una trama que avanza a
base conversaciones entre los personajes; algunas son brillantes e impactantes,
otras intentan insinuarnos lo que está pasando o va a pasar y otras simplemente
son paranoias filosóficas, marca de la casa del escritor convertido a guionista
Cormac McCarthy. Es un hecho que tiene más cosas buenas que malas, pero la
historia queda tan escondida detrás de los diálogos que en algunos momentos no
sabes si no quieren explicarte lo que ocurre o es que no consiguen hacerlo. Al
menos te deja con la sensación de que cuando la vuelvas a ver todo tendrá más
sentido y serás capaz de encajar las piezas más fácilmente.
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