Un biopic sobre un humorista debería ser cuanto menos divertido, pero si el protagonista tuvo una vida atormentada, polémica y cargada de vicios, el resultado no es tan cómico como cabría esperar, aunque sí muy interesante y sorprendente. Además, contar con Bob Fosse en la dirección y Dustin Hoffman mimetizado con el personaje como cabeza de cartel, ya augura algo diferente, y sin duda lo es. A nivel narrativo reinventa la rueda relatando, o más bien acompañando los hechos, mediante monólogos del propio Lenny que ironizan las situaciones, y que en primera instancia no tienen mucha gracia, ya que realmente fue así, luego resultan más inspirados y sarcásticos para acabar siendo tristes y oscuros. Más o menos como la vida de Leonard Alfred Schneider, y la de muchas personas con talento que a lo largo de los años no han sabido lidiar con el éxito.
Mi puntuación: 7/10
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