Un homenaje a la música electrónica pop con simbolismos que apelan a la era analógica en un mundo postapocalíptico donde los personajes parecen tener un objetivo común. Y decimos parece, porque llega un punto en el que da la impresión que se dedican a deambular por el desierto con escenas en las que están quietos sin hacer nada. Pero al menos queda la música con temas electrizantes. Pues tampoco, ya que se escuchan muy de vez en cuando y el silencio abunda más que el sonido, así que lo que nos quedan son algunas ideas interesantes llevadas a cabo de un modo experimental que apenas durando poco más de una hora se hace farragoso llegar hasta el final.
Mi puntuación: 3/10
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