Nueva y última ronda de seis episodios de esta serie, que tras una notable primera temporada y una acomodada segunda, se despide supuestamente para siempre, o al menos eso quiere hacernos creer su alegórico y emotivo final y el propio Ricky Gervais en diversas declaraciones. Lo cierto es que la historia de Tony ya no daba más de sí, y en esta entrega había caído en la reiteración de situaciones, y pese a intentar compensarlo con otras tramas de personajes secundarios, no resultaban tan interesantes como la de su protagonista, así que la despedida no podía llegar en mejor momento.
Por suerte los británicos tienen autocontrol, y el hecho de contar con tan pocos capítulos y de apenas treinta minutos, hacen que ver la serie al completo no suponga más de nueve horas, una inversión de tiempo ridícula teniendo en cuenta su calidad interpretativa, y sobre todo la de unos trabajados e ingeniosos guiones que encuentran el punto medio entre la comedia y el drama, más de lo segundo que de lo primero todo sea dicho, y que se desarrolla con el mínimo de lógica y naturalidad exigidas para resultar creíble. Así que si no la has visto, aprovecha ahora que puedes hacerlo del tirón, por nuestra parte seguro que repetiremos algún día.
Mi puntuación Temporada final: 6/10
Mi puntuación Serie completa: 6/10