Hallándonos en plena expansión de la red de redes no parece descabellado pensar que en un futuro relativamente próximo todos estaremos interconectados por medio de dispositivos implantados en nuestro cerebro. En un entorno semejante el anonimato será escaso, o nulo, y perseguible por las autoridades. Este planteamiento argumental, propio de un capítulo de Black Mirror y en forma de thriller policíaco, es la oferta de Andrew "Gattaca" Niccol. Se nos muestra una sociedad fría y anodina, compuesta de individuos a su vez fríos y anodinos, condiciones tales que contagian a todo el conjunto de la película y le restan garra al mensaje pro-individualista que se intenta lanzar. De todos modos es solvente en forma y fondo, y lo suficientemente inquietante como para no desmerecer una oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.