Calificativos como extraño, desagradable o farragoso servirían para definir este largometraje checo, y también uno menos frecuente, original. Y es que convertir en película de terror el entrenamiento de un ciclista profesional en su propia casa tiene mérito, y además haciendo uso de apenas dos personajes y un solo escenario. El problema es que son casi dos horas que se hacen muy largas en las que vemos demasiados minutos a su protagonista masculino rodando sobre una bicicleta estática, trasladando su agotamiento al espectador, aunque todo sea dicho, filmado de un modo impactante a nivel visual con momentos que ponen la piel de gallina debido a la cotidianidad de los estremecedores hechos que nos relatan.
Mi puntuación: 6/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.