Como una montaña rusa o un gráfico de la bolsa en tiempos de incertidumbre económica, dos símiles de lo que nos ofrece esta producción británica. Empieza con uno de los momentos más impactantes que hemos podido ver desde hace años, baja la intensidad para subir de nuevo, volver casi al fondo y elevarse otra vez de forma vertiginosa. Encuadrada en un paisaje helado, algo que aumenta las sensaciones de aislamiento y vulnerabilidad, tenemos además la presencia de la actriz Riley Keough (una curiosidad: es nieta de Elvis Presley) que se revela como una actriz más que competente y que interpreta con solvencia a una mujer traumatizada por su educación en un entorno religioso extremo, y dos jovencísimos actores que saben dar el contrapunto de inocencia y perversidad que se requiere. Si una película provoca palpitaciones es que algo se ha hecho bien.Vayan a verla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.