Cuando creas expectación durante casi hora y media esperas que la resolución sea cuanto menos aceptable, o que no te deje indiferente, y por desgracia esta cinta cumple en lo primero pero en lo segundo no acaba de provocar una reacción a la altura de lo que se ha cocido a fuego muy lento y con buenas formas. Las actuaciones, sobre todo la de Imogen Poots, son destacables, la puesta en escena verdaderamente magnética pero la historia abre tantas puertas que luego no cierra con decisión, que la sensación de resignación de sus protagonistas traspasa la pantalla y se queda solamente en la superficie de un espectador que entiende que su rutinaria vida no se tambaleará tras ver esta película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.