Por las calles de una lluviosa y sucia Varsovia presenciamos como la corrupción inunda la policía de tráfico salpicando a un “honesto” agente de este cuerpo. El ritmo frenético de secuencias y diálogos debido a una gran labor de montaje, obligan al espectador a no parpadear si no quiere perder el hilo de los acontecimientos, hasta el punto de rozar la confusión y el guirigay en muchos momentos. Destacable también en esta cinta polaca el elenco de actores, todos muy ajustados en su papel, incluso en su aspecto físico, y los considerables medios para el rodaje que le dan un acabado final tan notable como el de cualquier gran producción occidental.
Puntuación @tomgut65: 6/10
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