Mientras en el exterior se declara una guerra sin sentido, en el interior de una vivienda familiar se desata un evento sin explicación, aunque ambos acontecimientos tienen una relación simbólica que funciona ciertamente bien. Para ello hacen uso de una leyenda árabe que además de ofrecernos una crítica social del sucedido en Irán en los años ochenta también sirve para asustarnos con una historia de miedo convencional pero efectiva. Con los efectos especiales justos, y dejando entrever más que mostrando lo evidente, esta cinta de miedo es capaz de intrigarnos mientras plasma un certero mensaje.
Mi puntuación: 6/10
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