Un spinoff "televisivo" con un personaje secundario rodeado de personajes aún mas secundarios de una película meramente entretenidilla como El escuadrón suicida ha dado como resultado una serie que supera holgadamente en muchos aspectos a su fuente de inspiración. Para empezar tenemos acción de la buena, directa y sin contemplaciones, pero nada que no hayamos visto con anterioridad. También hay humor marca de la casa de su creador y director ocasional James Gunn, que va metiendo tronchantes conversaciones cotidianas que parecen sacadas de un guion de Tarantino.
Pero lo mejor de todo son sus personajes, humanos o no, que desde el primero al último de los ocho capítulos de esta primera temporada, no dejan de evolucionar y adaptarse a la grandilocuente historia que nos están contando. Y no son ni dos ni tres ni cuatro, todo el elenco tiene algo especial y su momento de gloria, destacando la sorprendente faceta dramática de su protagonista, envuelta en altas dosis de patetismo, machismo y violencia, y aún así capaz de provocar empatía en el espectador. Una serie inteligente, divertida y ocurrente que se devora como pocas y que sin duda recomendamos.
Mi puntuación: 8/10
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