Cualquier obra de ficción, sea teatro, cine o televisión, en la que estén presentes Tom Hardy, Pierce Brosnan y Helen Mirren, ya merece nuestra atención. Pero si encima los aprovechas dándoles unos personajes carismáticos con un trasfondo y una personalidad arrolladora, el resultado es esta serie de mafiosos ingleses, en la que además, no están solos, ya que el resto del extenso reparto está a un altísimo nivel.
Pero a los actores y actrices que componen esta producción original de Paramount+ también se les dan unas herramientas narrativas que aprovechan a la perfección, cada uno con sus propias tramas dentro del historia principal, e incluso subtramas personales que se cruzan entre ellas, estableciendo unas relaciones que acaban siendo claves en los acontecimientos venidos, y seguramente por venir.
Todo ello rodado con un tono que oscila entra la seriedad más formal y un irónico humor negro muy inglés, con escenas de violencia despiadada, conversaciones frías e incluso momentos de locura transitoria que uno no sabe muy bien como tomarse. Este cúmulo de factores hacen que en los diez primeros episodios de esta temporada inicial no haya margen para el aburrimiento fomentado por un buen número de giros argumentales convirtiendo esta serie en una de las mejores de dos mil veinticinco.
Mi puntuación: 8/10

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