El director australiano Ben Young se dio a conocer en 2016 con el estimable thriller "Hounds of Love", y Netflix, siempre al acecho de nuevos tralentos, lo fichó de inmediato. Lamentablemente lo atrajo para llevar a cabo un producto modesto en intenciones y resultados, de hecho, para hacer un cóctel mezclado y agitado en el que se perciben influencias, por no decir fusilamientos, de "Matrix", "Terminator", "Blade Runner", "Desafío Total" e "Independence Day", solo por mencionar las más destacadas. A su favor tiene un insospechado giro argumental en el último tercio y, sin spoilear al lector, el crear en el respetable la inquietud de tener que tomar partido entre dos bandos. Aunque solo sea por este último aspecto merece una mínima oportunidad.
Puntuación @tomgut65: 4/10
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