Plano secuencia tras plano secuencia, y sin mediar palabra, esta peculiar película ucraniana nos muestra, únicamente a través de las imágenes, las fechorías de un grupo de jóvenes sordomudos sin que sepamos muy bien el porqué de lo que hacen. En varias ocasiones el uso de larguísimas escenas sin cortes está justificado para captar realmente lo que está ocurriendo debido a la falta del lenguaje necesario para hacerlo, pero hay momentos en los que da la impresión de que sólo las alargan para recrearse en el morbo, o en nada en particular, haciendo que el tedio aparezca. Original en el planteamiento y desmedida en la ejecución, es un hecho que estamos ante algo forzadamente inusual.
Pue a mí me resultó bastante hipnótica.
ResponderEliminarEl problema es que a veces lo hipnótico puede producir somnolencia jeje Pero en general no está mal.
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