Nueve años han pasado desde que el contable/guerrero autista apareciera por primera vez; puede que algunos, muchos, ya se hayan olvidado de él y ahora tengan que hacer un ejercicio de memoria o simplemente revisionar la original para entrar en materia. El bueno de Ben Affleck repite, obligado es, y la mayoría de secundarios, director, guionista y demás tropa también. El resultado es una entrega con escenas de acción aún más inverosímiles, un humor que recalca en mayor medida las paradojas emocionales y conductuales del protagonista en su autismo y, lo mejor, un vuelco argumental que deja patas arriba a cualquiera por mucha imaginación que pueda tener. Esa sorpresa se acepta para seguir disfrutando de la función o es tan absurda que ya no se traga. Nosotros damos crédito a la insensatez por aquello de la complicidad en el juego -no siempre nos pasa- y aceptamos barco como animal acuático. Si ustedes hacen lo mismo se van a entretener un montón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.