Charlie Lyne afronta la difícil tarea de buscar las claves del cine de y para adolescentes de los años noventa revisando, nada más y nada menos, que doscientas películas. Sin profundizar en títulos concretos, aunque sí se detiene en algunos más que en el resto, se pretende dejar en evidencia los mensajes que llegaban a las mentes convulsas de tantos millones de jóvenes que consumieron ese cine en todo el mundo, y que tras una imagen rompedora de normas, al final aparezca diáfana la moral conservadora que en realidad destilaban. Clase magistral de montaje y un buen ejemplo de análisis cinematográfico, se compartan o no las tesis resultantes.
Puntuación @tomgut65: 7/10
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