Los años cincuenta fueron fértiles en ciencia ficción, tanto en la literatura, el cómic y, cómo no, en la gran pantalla. Esta película es un ejemplo de ello y además una muestra de que al fin irrumpían en el género los guiones inteligentes, no sólo los infantiles monstruos extraterrestres predominantes hasta ese momento. Levemente inspirada en “La tempestad” de Shakespeare y llamativa para el espectador actual por su candor e ingenuidad, mezcla la aventura y la psicología freudiana, tan en boga aquellos años, en un diseño de producción de serie A y unos efectos especiales sorprendentes para la época. De gran influencia en producciones posteriores, es una obra de culto imprescindible.
Puntuación @tomgut65: 7/10