Un personaje único y especial, por decirlo suavemente, es el que interpreta Isabelle Huppert de forma magistral en esta película que supone el renacer de su director, Paul Verhoeven, quien como hacía en sus mejores tiempos, nos vuelve a perturbar con una historia donde el sexo tiene un papel clave. Si bien el guión divaga en algunos momentos con situaciones que pretenden definir mejor a su protagonista femenina, lo que es seguro es que no deja indiferente, y aunque resulta difícil empatizar con ciertas mentes y comportamientos desequilibrados, atrapa de principio a fin sorprendiendo en continuas ocasiones.
Mi puntuación: 7/10