El Enterprise vuelve a la estela galáctica correcta centrándose en una trama que recurre a la esencia del pasado para narrarnos unos hechos fundamentales en el futuro de la saga. Lo mejor de todo es que los personajes y sus demonios internos cobran importancia en detrimento del espectáculo, lo cual hace más rica la experiencia para los fans de Star Trek, aunque puede resultar difícil de entender para los iniciados en este universo. Dilemas morales, enfrentamientos planetarios y chascarrillos punzantes, todo envuelto en la sencillez habitual de la serie original dentro de una película que culmina un viaje de veinticinco que alcanzó lugares donde nadie ha podido llegar.
Mi puntuación: 6/10