Basada en un hecho real y supuestamente paranormal que ocurrió en Madrid en los noventa, esta película de terror consigue lo más complicado de este género en el que todo parece estar ya inventado, provocar sustos y poner los pelos de punta en constantes ocasiones. El mérito recae por partes iguales, en la realista y cercana interpretación de su debutante protagonista femenina y en la realización de Paco Plaza que conoce las teclas que debe tocar para asustarnos. Por ponerle algún pero quizá el final, aún siendo intenso, se antoja un tanto escueto y con un par de innecesarios flashbacks. Por lo demás, un buen largometraje de miedo con una excelente puesta en escena que sin duda recomendamos.
Mi puntuación: 6/10