Conocida en España con el estúpido título de “Mi novia es un zombie”, este pequeño clásico del cine fantástico italiano luce un magnífico diseño de producción que recuerda, en algunos momentos, al gótico Tim Burton y sus abigarradas escenografías. La historia del vigilante de un cementerio es en ocasiones caótica y deslavazada pero posee un encanto incuestionable en su tono onírico y de gran simbolismo, que adquiere todo su sentido en el sorprendente epilogo, dando un significado muy diferente a todo lo que hemos presenciado hasta entonces. Curiosa e irregular cinta, pero estimable toda ella, pese a algunos defectos de guion que no empañan su valor.
Puntuación @tomgut65: 6/10