Esta segunda entrega de la humana más fuerte de Marvel indaga en los orígenes de su protagonista femenina, que investiga durante toda la temporada quien la convirtió en lo que es, revelando una serie de descubrimientos más o menos inesperados. Una propuesta interesante pero que se agota antes del ecuador de la temporada, y al igual que en The Punisher, peca de no tener un enemigo demasiado definido que le suponga un reto a Jessica y que consiga captar el interés del televidente.
El tono de cine negro, en forma y contenido, que caracterizaba la anterior temporada, se ha perdido en beneficio de la acción y de los continuos dramas personales de todos los personajes, que al final convierten la serie en una especie de telenovela superheroica. Esto, unido a continuos altibajos en el ritmo narrativo y al descenso en calidad de las tramas, hacen que el resultado haya sido cuanto menos decepcionante. Esperemos que la tercera entrega siga por la buena senda que marcó la primera.
Mi puntuación: 4/10