Un compañero de instituto reaparece tras muchos años en la vida de nuestro protagonista para remover el pasado con predecibles consecuencias. Aún así es una insípida Rebecca Hall quien más minutos tiene en pantalla, acompañada de Jason Bateman que interpreta su habitual personaje de "listillo", esta vez con un toque diferente, enfrentado a un Joel Edgerton que inquieta menos de lo que cabría esperar. Sin destacar como thriller ni como cinta de terror, la película se acomoda en las pautas marcadas de cada género, cumpliendo lo justo en entretenimiento y sin llegar a sorprender ni en forma o contenido.
Mi puntuación: 4/10