De un modo u otro el Sr. Roland Emmerich está empeñado en cargarse los Estados Unidos, la Tierra o lo que se le ponga por delante, sea por profecías, monstruos, cambios climáticos o invasiones alienígenas. Ahora se le ha ocurrido que la Luna se nos venga encima a ponerlo todo perdido. En cualquier caso, nunca decepciona, da en abundancia lo que el público espera encontrar: cataclismos, heroísmo y acción a raudales, con un despliegue descomunal de efectos especiales que llevan al cine catastrófico a su máxima expresión. Lo demás -personajes, guion, crítica sociológica- es superfluo. El espectáculo por el espectáculo. ¿Hay quién da más?.
Puntuación @tomgut65: 5/10