El John Woo que nos impactó con The Killer, dejó boquiabiertos con Hard Boiled o hizo explotar nuestras cabezas en Cara a cara ha madurado, y ahora su cine es más realista o incluso algo coherente y menos brutal y espectacular. Por desgracia nada de esto es bueno, porque en esta genérica producción americana de venganza no logra sorprendernos. Por suerte sí que consigue entretener, aunque la acción tarde en aparecer, tras casi una hora de hurgar en la tragedia y de detallarnos el entrenamiento de su protagonista, lo cual no sería malo si cuando empezará el reparto de leña esta fuera mucho más cruda, elaborada y contundente. Aún así, ojalá no tarde tanto tiempo en traernos otra cinta de este rollo que sin ser obras maestras, siempre apetece ver.
Mi puntuación: 5/10