Fue uno
de los largometrajes más transgresores de su época y aunque su estilo ha
quedado anticuado arriesgó con un gran resultado tanto en taquilla como en
crítica. Gracias a las grandes actuaciones de la consagrada Anne Bancroft y de
la futura estrella Dustin Hoffman, nos metemos de lleno en el pellejo de los
protagonistas deleitándonos con algunas de las escenas más famosas del cine
moderno, todo ello acompañado de una banda sonora perfecta a cargo de Simon
& Garfunkel. Destacar sobre todo el inicio y el final de la película, que
sin duda son sus mejores partes y hacen que olvidemos algunas de las lagunas
argumentales que podemos encontrar.
Mi puntuación: 7/10