Seguramente estemos ante la película en la que sus tres protagonistas, Cruise, Zellweger y Gooding Jr, e incluso su director y guionista Cameron Crowe, hicieran el mejor trabajo de sus carreras. Y eso que este largometraje no cuenta nada demasiado espectacular ni lo hace de un modo épico o trascendental, pero los personajes están tan bien desarrollados, y la química entre ellos es tan fuerte, que es imposible empezar a verla y dejarla a medias. Quieres saber que va a ser de ellos y donde les van a llevar sus inquietudes, ya sean originadas por una polémica declaración de objetivos, que no memorándum, por una vida familiar complicada o por algo tan simple como querer que te enseñen la pasta. Todo el mundo lo borda, incluso los secundarios, desde la exnovia agresiva hasta el encantador niño capaz de robarle el corazón al más pintado, haciendo que todas las piezas encajen a la perfección para lograr el "kwan" de las películas románticas.
Mi puntuación: 9/10