Acabó una de las series más polémicas pero también, o gracias precisamente a eso, más exitosa de Netflix, que pese a sus buenos números de repercusión y seguimiento, ha sabido echar el cerrojo en el momento adecuado sin innecesarios alargamientos, y lo mejor de todo, zanjar las diferentes tramas de sus numerosos personajes, y eran unas cuantas, con criterio, credibilidad, y en algunos casos, con emotividad.
Cabe decir que muchos y muchas fans no quedarán satisfechos con el resultado final, pero precisamente por este motivo hay que alabar a sus responsables por la valentía de no hacer lo políticamente correcto, algo que nunca han hecho, y tirar más por la veracidad de sus finales, algunos más felices que otros, pero en general, certeros. Siempre se puede mejorar, y aunque algunas líneas narrativas han empezado en esta temporada tan súbitamente como han acabado cabe decir que las importantes, la que coleaban desde los inicios de la serie, sí que han alcanzado su clímax del mejor modo posible.
De esta manera nos despedimos de una ficción que ha plasmado y llevado al extremo una realidad de comportamientos, relaciones y géneros sexuales realmente variados, aprendiendo conceptos que ni sabíamos que existían, normalizando situaciones que ya no deberían impactarnos en la sociedad actual y hasta cogiendo ideas que incluso podemos usar en nuestras propias carnes.
Mi puntuación Temporada final: 7/10
Mi puntuación Serie completa: 7/10