Una de las comedias de situación más ligeras, y por lo tanto más fáciles de ver de los últimos años, que en esta penúltima temporada sigue con su buena dinámica de sonrisas constantes a base de momentos familiares, a veces un tanto repetitivos, pero sin llegar a provocar cansancio en el espectador, y con las ideas muy claras de cuándo y dónde poner el freno en sus continuos gags.
Hay que decir que algunos personajes han perdido protagonismo, ya que sus aspiraciones personales y profesionales no dan más de sí, y con otros han tenido que recurrir a clichés del formato y del género. Aún así esto no ha impedido que hayamos disfrutado de algunos episodios desternillantes, que como suele ser costumbre, surgen a raíz de enredos y malentendidos entre las diferentes subtramas de sus protagonistas, y que siempre acaban encajando para llevarnos a la predestinada moraleja bienintencionada. Otra serie que se nos esfumará en breve y que ojalá tenga el digno final que merece.
Mi puntuación: 6/10