Desenfadada y modesta producción catalana que mediante el uso de los tópicos del cine de acción de antaño consigue brindarnos un entretenimiento gamberro. Si bien los primeros compases resultan un pelín titubeantes, es en su tercer acto, tal y como reconocen en la propia película, cuando remonta a base de revelaciones con sorprendentes giros de guion, y sin duda lo mejor de todo, unas elaboradas coreografías de peleas que ojalá hubieran abundado un poco más. Un largometraje cuya única pretensión es hacérnoslo pasar bien, algo que consigue en casi todo momento gracias a su incesante ritmo y concisa duración, y en la que se nota que sus participantes también han disfrutado. Y como en el cine comercial de hoy en día, incluso hay escena post-créditos, avisados quedáis.
Mi puntuación: 5/10