Veintiocho años han tenido que pasar para que nos llegue una nueva entrega de la simpática cinta noventera Twister, con una ese al final del título en lugar de un dos, ya que no es una secuela al uso, si no otra historia con elementos comunes, alguna que otra referencia y nuevos personajes. Por lo demás prácticamente es un refrito hipervitaminado de la anterior, de la cual copia su estructura narrativa, le añade un cambio se roles y repite la tensión sexual entre sus protagonistas aunque por desgracia lo que sí pierde es el refrescante toque de humor negro de su predecesora. Un largometraje sin complicaciones al catastrófico estilo de antaño, que sin transmitir un vendaval de emociones, consigue entretener lo justo y necesario.
Mi puntuación: 5/10