Aún no está claro si estamos ante una miniserie, que por como concluye podría serlo perfectamente, o la primera de más temporadas de una serie, dado el éxito de público y crítica que ha tenido. Pase lo que pase se pueden disfrutar los ochos capítulos de esta entrega por sí solos, aunque cabe destacar que se podría prescindir de la mitad de ellos, ya que al igual que su protagonista, en muchos de ellos la trama gira sobre sí misma quedándose atascada dentro de su propio bucle temporal.
Y es que esta versión más grosera, metafórica y retorcida de Atrapado en el tiempo, intenta distanciarse en forma y contenido a la mítica comedia protagonizada por Bill Murray, algo que consigue en su excelente tramo final a base de dar una profundidad más elaborada a sus personajes y a unas motivaciones existenciales que enredan lo justo sin llegar a niveles preocupantes. En definitiva, una dramedia que se puede finiquitar en menos de cuatro horas y que gana enteros gracias a la peculiar e irrefrenable personalidad de su reparto.
Mi puntuación: 7/10