El movimiento #MeToo también se hace con el fantástico, los que maltratan y abusan de las mujeres no tienen redención y merecen un castigo que trasciende el tiempo y el espacio, advertencia tajante de una cinta que con esta potente carga ideológica no deja lugar a la indiferencia. Se nota y se valora el detallista trabajo de la directora primeriza Charlotte Colbert, y que no se haya limitado a proferir un grito unidireccional, también nos habla de la vejez, el olvido, de la superación del miedo y la cobardía como catarsis para la renovación interior. No es cuestión de aterrorizar al respetable porque si, aunque el envoltorio importe, el fondo es lo que cuenta.
Puntuación @tomgut65: 6/10
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