Protagonizada por Martin Freeman, más conocido por su papel de Watson en Sherlock, esta serie británica nos relata algunas de las experiencias que ha vivido el actor británico como padre de dos hijos. Partiendo de este punto, a lo largo de diez capítulos asistiremos a algunas escenas que a priori parecen extremas con la clara intención de hacernos reír, pero que no están tan alejadas de la realidad como podría parecer, provocando en su arranque los mejores momentos de una comedia que conforme avanza se va dramatizando progresivamente hasta bordear la tragedia.
Esto provoca que una amena serie que ironiza e hiperboliza la paternidad se olvide su vertiente humorística para convertirse en algo más serio y menos apetecible, dando protagonismo a demasiados secundarios irrelevantes y desaprovechando lo verdaderamente jugoso, la tensa relación e interacción entre progenitores y descendientes. Así que una vez completada esta primera temporada, que ya tiene una segunda confirmada, a lo que hemos asistido realmente es a algo tan manido en pantalla y trascendental como es la rutinaria batalla de una pareja por sobrevivir a las frustraciones propias y a las adversidades habituales de la sociedad en la que vivimos.
Mi puntuación: 5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.