Difícil definir esta película que se mueve entre la comedia más negra y la escatología gaseosa mediante desvaríos cadavéricos y canciones desafinadas, dejándonos por el camino algunas reflexiones interesantes sobre el amor, la amistad o el significado de la vida en sí misma. Parece mentira que esta mezcolanza de temas pueda componer un producto más que aceptable, mientras se maltrata de todas las formas posible el cuerpo inerte de Daniel Radcliffe, que nos deja uno de los mejores papeles de su carrera junto a un Paul Dano tan camaleónico y delirante como de costumbre. Un recomendable largometraje extremadamente raro que os dejará boquiabiertos para bien o para mal.
Mi puntuación: 6/10
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