¡Que horror!, ¡no puede ser!, ¿cuánto ha costado esta cosa?, ¡sálvese quién pueda!, ¡las mujeres y los niños primero!, se oía por el salón segundos antes de saltar por los aires el DVD. No hubo heridos físicos, pero los daños mentales están en tratamiento, y para largo. Poco más podemos decir, el reproductor solo resistió media hora y se evitaron males mayores al encontrarnos todos apelotonados en la puerta intentando huir. Si algún día la pasan por televisión, en hora de máxima audiencia, se colapsarán el 112 y todas las urgencias de los hospitales del territorio. Dicen que la película dura ochenta y cuatro minutos, pero seguro que nadie ha podido llegar a certificarlo. Habrá que preguntárselo a Iker Jimenez. Lo dejo aquí, tengo mi visita semanal al loquero.
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