Drama psicológico con niño, asegurado sufrimiento para protagonistas y espectadores, y si le añadimos un componente fantástico la expectación aumenta exponencialmente. El agua es el leitmotiv, la última causa de todos los males que sufren unos padres desesperados, pero también un motivo para afrontar sus diferencias e intentar solucionarlas. Angustia e incerteza es lo que proyecta la película, pero como es de suponer en este género no se trata únicamente de imaginación infantil desbordada o un principio de esquizofrenia, así que pueden esperar cualquier cosa. Los momentos tiernos abundan, uno no puede evitar emocionarse, y sin ser cine mayestático se disfruta y padece a partes iguales, en eso si alcanza su propósito: acongojados todos.
Puntuación @tomgut65: 6/10
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