Un videojuego que recreaba un "slasher" clásico donde debías lograr que todos sus adolescentes protagonistas sobrevivieran ha evolucionado a un bucle temporal en el que la misma noche se repite con la intriga de averiguar como escapar de él. La idea es que el espectador sienta algo parecido al jugador de la obra interactiva original, si bien era el propio usuario quien elegía repetir una escena o capítulo cuando moría un personaje para intentar que sobreviviera en el siguiente intento. En el caso de la película, y para no caer en la reiteración, pasado el ecuador de la historia, los recursos mortales se diversifican e intensifican, rozando la parodia en varios momentos, y perdiendo ese toque de realismo que mejor funciona para que el miedo cale más hondo. Aún así, como divertimento no decae en exceso, aunque si tienes una pizca de "gamer" corriendo por tu venas, recomendamos catar el juego de dos mil quince, remasterizado recientemente, para que la experiencia sea más satisfactoria, más inmersiva y mucho más original.
Mi puntuación: 5/10