Por fin acaban, es lo que se vende, con la franquicia Halloween, Dios la tenga en su gloria. Desde que la inauguró el eximio John Carpenter había ido vegetando en secuelas tan clónicas como intranscendentales hasta que hace unos pocos años se decidió darle el finiquito con una trilogía final. Este es, por tanto, el epílogo anunciado y felizmente no la peor película de la saga. Era fácil elevar el nivel, con unas pocas ideas elaboradas y un mínimo de creatividad bastaba, y han optado por especular con la psicopatología del asesino en serie. Ese cariz funciona aceptablemente, le aporta morbo, algo de provecho intelectual y tiene sentido dentro de la lógica franquicial. Los seguidores de Michael Myers no quedarán decepcionados -las cuchilladas de rigor no faltan a la cita- y, por añadidura, les dará más motivos para debatir. Cierre digno y en apariencia definitivo, aunque la taquilla manda, por lo que no descarten ninguna posibilidad futura.
Puntuación @tomgut65: 6/10
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