Algunas de las peores películas de la historia del cine, por desgracia para "gamers" como nosotros, están basadas en videojuegos. Lo cierto es que el mejor material en este género se encuentra en el cine de animación o en diversos cortos como el fabuloso Portal: No escape.
En este especial vamos a repasar algunos de los títulos más destacados rodados en acción real que a lo largo de los años han creado expectativas, pero que en su mayoría, no las han cumplido ni de cerca. Intentaremos analizar brevemente cada uno como adaptación en sí mismo y no como película, aunque normalmente no cumplen en ninguno de los dos aspectos. Si clicáis en el nombre de cada película accederéis a su mini crítica si la hemos publicado.
Silent Hill y Revelación 3D
Seguramente estemos ante la mejor adaptación de un videojuego hasta la fecha gracias a una excelente ambientación que plasma el estilo visual original a la perfección, con momentos de puro terror que tanto nos sobresaltaban jugando en nuestras consolas, aunque quizá a nivel argumental no es tan fiel como cabría esperar. Eso sí, nos referimos a la primera parte, ya que su secuela es muy floja, y poco tiene que ver en lo que cuentan y en el modo de hacerlo con los juegos que tan malos ratos nos hicieron pasar.
Para muchos un fracaso cinematográfico y como adaptación, pero la verdad es que cumple con creces en cuanto a entretenimiento, y refleja parte del espíritu aventurero de los videojuegos, sobre todo en las versiones modernas en 3D que salieron a partir del dos mil tres a manos de la compañía Ubisoft, quien cedió los derechos a Disney, algo de lo que luego se arrepintió. Aún sin aprovechar los avances y retrocesos en el tiempo tanto como nos hubiera gustado, lo que consigue es suficiente como para darle un aprobado.
Tras la experiencia fallida de "Prince of Persia" Ubisoft se hizo cargo personalmente de esta otra saga y el resultado fue mucho más satisfactorio como película en sí mismo, aunque no tanto como adaptación. El mayor cambio sin duda es el de un Animus más cinematográfico, que le otorga espectacularidad al conjunto, aunque restando fidelidad respecto al original. Además, y al contrario que en los juegos, las escenas en el presente copan mucho más minutos en pantalla que las que tienen lugar en el pasado.
La primera parte tomaba algunas ideas del juego original y los adaptaba con atino a la gran pantalla, siendo una buena película del subgénero zombi que cogía nombres y algunas situaciones del videojuego y los combinaba con otros de forma acertada. Con el paso de las secuelas se ha desmarcado totalmente de la saga de juegos originales para seguir su propio rumbo. Esto puede gustar o no, pero hay que reconocer que si como adaptación apenas ha cumplido, si lo ha hecho comercialmente en la medida de que se han llegado a hacer hasta seis entregas diferentes.
Warcraft, el origen
Un director de altura y un gran presupuesto auguraban algo realmente épico, tal y como exigía la grandilocuencia de un videojuego con millones de fans acérrimos. Y si bien cumplía en adaptar parte de la historia con nombres, localizaciones y batallas familiares para los seguidores de WoW, en lo que más fallaba era en una ejecución digna de cintas de fantasía ya existentes y que no aprovechaba el basto universo que se le ofrecía. Se agradece la intención de querer hacerlo bien, pero si los fans no dan su visto bueno y la taquilla tampoco, es que algo no se ha hecho correctamente.
Lara Croft: Tomb Raider , La cuna de la vida y Tomb Raider (2018)
Las expectativas se pusieron por las nubes con la elección perfecta de actriz para encarnar a la legendaria Lara Croft. Pero si visualmente y por carácter Angelina Jolie encajaba con el personaje, por desgracia el guion que la acompañaba no estaba a su altura y las trepidante aventuras llenas de puzzles, enigmas y acrobacias quedaron en una mera película del montón donde muchas cosas ocurrían porque sí y apenas se le sacaba partido a la personalidad de Lara tirando de tópicos mil veces vistos, tanto en la primera parte como en su aún más innecesaria secuela. Y el remake de 2018 con Alicia Vikander que adapta el reboot de supervivencia "realista" del videojuego tampoco supo captar la esencia convirtiéndose en una versión de estar por casa de La última cruzada.
Need for Speed
Poca dificultad tenía adaptar un videojuego de carreras con diversas modalidades de juego que se podían usar para un largometraje. Deportivos impresionantes, persecuciones vibrantes y una trama que sirve de mera excusa para todo eso. ¿Entonces estamos ante una buena adaptación? Parcialmente, ya que para ello hubieran hecho falta precisamente más persecuciones, más carreras, más coches, y teniendo en cuenta lo larga que es y se hace la película, todo esto hubiera entrado de sobra. La saga Fast & Furious en sus inicios se acercaba algo más que esta versión frenada del videojuego.
Hay que reconocer que por personajes sacados del juegos, nombres e incluso puesta en escena no se quedaron cortos en la primera adaptación del noventa y cinco, cogiendo toda la mitología inventada en el videojuego original y llevándola a la gran pantalla de un modo... cutre, por decirlo suavemente, y carente de alma. Quizá con más presupuesto o con algún coreógrafo de peleas más inspirado esta película hubiera funcionado mejor, tal y como sí hicieron en su posterior versión del siglo veintiuno, donde la historia no era para tirar cohetes pero por suerte ofrecía diversión y sobre todo sangra a raudales. De la ofensiva, horrible y vergonzosa "Aniquiliación" mejor ni hablamos.
Doom
Justamente lo más interesante y emocionante de esta cinta de acción reside en los minutos donde la cámara se sitúa en primera persona y parece que estemos jugando realmente a un videojuego similar al Doom que quiere adaptar. Más allá de eso no aparece ni un solo bicho de la enorme variedad del juego original, tenemos una historia inverosímil, no por lo que cuenta, que lo es, si no por la incoherencia de los personajes. En definitiva, en lugar de ofrecer un largometraje de matar a destajo y pasarlo bien, tenemos una película sin sentido que toma el nombre del juego para llevar al engaño a unos incautos fans.
Algo hay que resaltar de la película, la estética y la fotografía plasman bastante acertadamente como debería ser la adaptación de este videojuego. Pero si en forma cumple mínimamente, en contenido no capta ni de cerca la esencia de un atormentado personaje que muchos adoramos, y lo peor de todo, la elección de un actor para encarnarlo sin la fuerza suficiente para estar a la altura de sufrir el dolor máximo que debería. Además la trama es una locura sin pies ni cabeza, con lo fácil que hubiera sido coger alguna historia de los primeros Max Payne que tanto nos sorprendieron a cámara lenta.
Hitman y Agente 47
El sigilo es el método característico que se debía tomar en el juego para sacar adelante las misiones como es debido, pero por lo visto los responsables de ambas películas no deben haber jugado nunca a él, ya que nos trajeron otra película genérica de espías con escenas de acción donde pasar desapercibido era lo de menos. Eso sí, a diferencia de otras adaptaciones como la comentada anteriormente, los actores elegidos tenían la madera suficiente para ejecutar este carismático personaje, pero aunque suene repetitivo, si una historia ya funcionaba en el videojuego, ¿por que no usarla?
Una dura experiencia fue presenciar de joven esta versión tan libremente adaptada del mítico juego de lucha que nos mostraba un Van Damme en plena forma donde lo único salvable eran los nombres de los personajes que aparecían. De hecho otra película de Jean Claude se acercaba más a la idea de Street Fighter, The Quest, floja, pero al menos más divertida y no daba vergüenza ajena. El nuevo reinicio más trascendental que se intentó con "La leyenda" tampoco funcionó, aunque al menos se intentó hacer algo más decente. Si buscas una buena adaptación que respete los personajes entonces debes recurrir al cine de animación.
Uno de los personajes más icónicos de la industria tuvo por fin su adaptación en acción real, eso sí, sufrió alguna remodelación visual a raíz de las quejas recibidas con un resultado final más fiel y menos inquietante. En cuanto a la película, sufre los mismos vicios que tantas otras, trasladando la acción principal a nuestra realidad, y dejando en un segundo plano la infinidad de niveles y mundos fantasiosos que nos brindaron los juegos, eso sí, las referencias y homenajes a lugares, situaciones y nombres son continuos. Además, y a pesar de ser una cinta genérica de acción familiar, es sumamente divertida y hay que reconocer que consiguen que nos encariñemos con Sonic, carismático, simpático y sin duda lo mejor del largometraje.
Paul W.S. Anderson no se rinde y nos ofrece su tercera adaptación de un videojuego, y como de costumbre lo hace de manera bastante libre, poniendo al frente un personaje externo que se adentra en el fantasioso mundo de los cazadores de monstruos para deleitarnos con unas cuantas batallas titánicas, muy espectaculares todo sea dicho. Del juego original hay más de lo esperado la verdad, mostrando algunas armas, trajes, bichos y nombres, aunque sin pasarse, siendo una mínima muestra del vasto universo creado por Capcom, que bien seguro no satisfará a los jugones acérrimos aunque tampoco se ofenderán demasiado.
Un arcade de los años ochenta de peleas de monstruos con los que debemos destruir ciudades, a priori no exige demasiada dificultad para ser trasladada a la gran pantalla con espectacularidad más allá de necesitar un holgado presupuesto para los efectos especiales, y si encima cuentas con "La Roca" como protagonista, los mamporros durante cien minutos están asegurados. El problema es que esta premisa se agota rápidamente, y la acción sin ton ni son justificada de manera absurda acaba agotando, por lo que si quieres ver bichos gigantes destruyendo ciudades con un poco más de estilo y menos aburrimiento mejor ponte alguna entrega del MonsterVerse, franquicia que la Warner sí se ha tomado en serio.
Seguramente la peor adaptación de un videojuego que jamás se ha realizado. Es cierto que es difícil trasladar a la gran pantalla las aventuras de unos fontaneros que matan tortugas con setas y deben rescatar una princesa, pero quizá con un poco más de imaginación podrían haberse inventado un mundo de fantasía que funcionara, y no una especie de decorado barato a lo steampunk con villanos de cabezas minúsculas ridículos que nadie sabe lo qué hacen ni el motivo. Un largometraje infame que provocó daños irremediables en los ojos y la salud mental de los fans del celebérrimo Mario.
Uwe Boll
Un caso aparte merecen las películas del director alemán Uwe Boll, que prácticamente tienen un subgénero propio con múltiples adaptaciones e incluso secuelas, algunas ni siquiera dirigidas por él, como los casos de "House of the Dead" y "Alone in the dark", pero todas ellas realmente vergonzosas y horribles. Lo cierto es que habremos visto la mitad de ellas, todo un logro que consideramos más que suficiente. El propio realizador ha reconocido que no ha jugado a ninguno de los juegos que ha adaptado/destrozado y lo más sorprendente es que, tras ver sus desastrosas versiones, las compañías le siguieran vendiendo los derechos de sus obras. Todas para ver y olvidar, o mejor aún, directamente no ver.
Hay muchas más adaptaciones que no han recibido ni una sola crítica buena, y cuyos videojuegos apenas hemos probado, por lo que hemos huido de ellas, como es el caso de DOA: Dead Or Alive, Wing Commander, Tekken, Dead Rising: Watchtower y Double Dragon, pero ya os adelantamos a ciegas que no os perdéis nada si no las veis. La que parece que no estuvo nada mal fue Pokémon: Detective Pikachu, así que si te gusta cazar bichos estrambóticos deberías darle una oportunidad, si no es así quizás no te acabes enterando de mucho.
Y no nos podemos olvidar de una serie como The Witcher, cuya primera temporada en Netflx ha sido todo un éxito y que tendrá continuidad. Puede gustar más o menos, pero goza de la calidad y fidelidad necesarias, y un actor protagonista ideal, para que los fans del juego original queden altamente satisfechos.
También desde Japón adaptaron tres videojuegos más o menos conocidos en nuestro país, como Onenchabara, The King of Fighters y el más interesante de todos Phoenix Wright: Ace Attorney, dirigida por por el popular Takashi Miike, quien al menos garantiza calidad y sobre todo un mínimo de diversión en todas sus películas.
Próximos estrenos
No os creáis que la industria cinematográfica se rinde, ya que están previstas multitud de nuevas adaptaciones de videojuegos que nos llegaran en los próximos años, y que esperamos tengan más calidad que la mayoría de las comentadas en este artículo. Aquí os dejamos la lista con todas ellas, por nuestra parte sólo nos queda rezar:
Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City (2021)