El nivel de sangre, sexo y violencia no baja en esta tercera temporada que tras una segunda que mejoraba la primera, baja el listón en lo que a calidad narrativa se refiere pero aún así logra mantener una de sus inapelables señas de identidad, atraparnos al final de cada capítulo con una incesante sucesión de revelaciones y giros variopintos. El reparto sigue en su buena línea a la hora de plasmar las diferentes penurias y perturbaciones de sus respectivos personajes, fomentado ahora por una rutilante incorporación, Soldier "Jensen Dean Winchester Ackles" Boy, quien logra echar más leña al irreverente fuego de la serie.
Lo cierto es que es impredecible saber con que clase de perversiones tienen pensado sorprendernos en futuras entregas, pero podemos garantizar que en la presente presenciamos momentos realmente retorcidos a la par que hilarantes, lo que convierte esta serie en una de las más divertidas de la actualidad en una época donde lo políticamente correcto condiciona la originalidad y la innovación, algo en lo que afortunadamente no está cayendo esta ficción superheroíca,
Mi puntuación: 7/10