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lunes, 31 de mayo de 2021

TerrorMolins celebrará sus 40 ediciones en un festival XL que revisará el contexto social en el que nació

En 1973 nació, en Molins de Rei, el Maratón de Cine de Terror, acontecimiento cinematográfico pionero en el estado que fue el embrión del festival TerrorMolins. El Maratón fue una iniciativa del cineclub local, que imaginando cómo conseguir ingresos extras se sacó de la manga una propuesta absolutamente rompedora que, todavía hoy, cuarenta y ocho años después, sigue vigente y con un éxito más que remarcable. Los primeros dos años se trataba de 16 horas seguidas de cine de género, que a partir de la tercera edición ya pasaron a ser las clásicas 12 Horas de Cine de Terror de Molins de Rei, que han ido evolucionando desde entonces hasta convertirse en el festival tal y como lo conocemos actualmente.

Cuarenta ediciones más tarde, y después de pausas y reformulaciones, la historia del certamen está llena de momentos estelares y ediciones memorables, invitados célebres y sesiones inolvidables. También ha tenido momentos donde el proyecto se ha visto comprometido o años huérfanos de festival. Finalmente, sin embargo, el TerrorMolins celebra la efeméride como uno de los principales festivales cinematográficos del país con una edición que quiere reivindicar el trayecto hecho hasta la actualidad y ofrecer, como cada año, la cosecha de lo más destacado del género de terror. El TerrorMolins 2021 tendrá lugar en las sedes físicas del festival, en Molins de Rei, del 5 al 14 de noviembre, y online en Filmin del 28 de octubre al 21 de noviembre de 2021.

40 ediciones y 48 años. El Festival de Cine de Terror de Molins de Rei gusta de lo inusual y en esto de cumplir ediciones y años no iba a ser menos. Una suerte de disonancia cognitiva, debida a un largo parón en la década de los noventa, que convierte lo que por actualidad bien podría ser la crisis de los cuarenta en una celebración de casi medio siglo de existencia. Por eso mira a sus inicios, a ese 1973 que dio pie a la maratón de cine de terror más antigua del estado, embrión del festival que hoy disfrutamos. Una iniciativa cultural rompedora en esos tiempos, en los que la efervescencia social se abría camino por las grietas de un régimen y una casta a la que le quedaban cuatro telediarios… O eso nos contaron entonces.

La contracultura. En general, todo movimiento sociológico organizado y visible dentro de una sociedad, cuyas acciones y valores contrastan con los de la norma establecida. O lo que es lo mismo: una ofensiva contra la cultura oficial; una "cultura en contra" que nace al margen, en el underground. Un término que define también un momento histórico, comprendido en el estado español más o menos entre 1968 y 1978, aunque sus ramificaciones llegasen hasta los primeros ochenta. Una época y unos movimientos, también una actitud podría decirse, que encontraron y encontrarán siempre en el cine de terror un género en donde poder ir un paso más allá, con el que romper las barreras de lo que se puede mostrar y explicar.

Terrormolins rendirá este año un homenaje a esa época de exploración y búsqueda de nuevos aires. De romper con lo impuesto, transgrediendo lo oficial para crear en los márgenes. De generar espacios de encuentro desde una óptica asociativa y comunitaria. A esa sociedad que empujaba hacia la modernidad. A ese renovado cine de terror que plasmaba como nunca antes injusticias y deficiencias, también miedos y ansiedades, de un mundo que gritaba y sigue gritando. Pasado y presente se dan cita, en pié y con la cámara en alto.

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