Cambio de rumbo en esta tercera entrega que abre sus fronteras físicas y aumenta el número de subtramas, presentando nuevos personajes de gran relevancia y planteando nuevas incógnitas en una serie que no deja de sorprendernos. En esta ocasión se globaliza la historia, y a pesar de introducir un gran número de complicados conceptos futuristas, resulta más entendible que su anterior temporada, ya que no intentan confundirnos con trucos temporales y las explicaciones son abundantes y mejor definidas. Además, las escenas de acción ganan protagonismo, con espectaculares persecuciones, peleas cuerpo a cuerpo y tiroteos en cada uno de sus ocho capítulos.
Este cúmulo de factores consigue que nuestro interés permanezca intacto de principio a fin y que el entretenimiento no decaiga en ningún momento, a lo que deben sumarse dos fichajes estrella que aportan calidad al reparto y nuevos misterios a resolver. Lo demás sigue igual, desde su impresionante diseño de producción hasta el magnífico trabajo de las dos actrices protagonistas, señas de identidad de la esta serie que si se mantienen en su siguiente temporada junto a la inspiración narrativa, todavía puede dar mucho juego.
Mi puntuación: 7/10