Después del buen trabajo visto a nivel de historia del escritor de moda Albert Espinosa en No me pidas que te bese, porque te besaré uno se espera algo parecido en calidad, o al menos un poco de originalidad pero lo que se consigue en esta película es una sucesión de tópicos y acontecimientos que deberían ser emotivos pero que solamente te hacen poner las manos en la cabeza. Si a todo esto le añadimos un despropósito en casi todas las actuaciones lo mejor es obviarla y buscar otra manera de pasar el rato.
Mi puntuación: 4/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.