Un escape room en plena naturaleza que se vuelve un tanto peligroso es el detonante de esta austera, pero eficiente cinta de terror, que nos recordará a Cube y otras películas similares, aunque con menos pretensiones y medios que se compensan con giros de guión constantes para hacernos sentir el mismo desconcierto y pavor que su protagonista. Una fórmula, que sin ser muy original, nos mantiene entretenidos en todo momento, en gran parte gracias a una duración ajustada que sabe poner el cierre cuando toca y con un discreto reparto al mero servicio del espectáculo.
Mi puntuación: 5/10