Cambio de escenario con prácticamente las mismas implicadas, más algún fichaje estrella, aunque esta vez con muchas más luchas fuera del ring que dentro de él, dando protagonismo a la evolución intrínseca de los personajes e intentando que cada una de ellas tenga su momento de gloria a lo largo de otros diez nuevos episodios, con mayor duración cada uno de lo habitual, pero sin que eso pase factura en lo que a entretenimiento e interés se refiere.
Por estos motivos podríamos afirmar que esta tercera temporada es la más madura de todas, tanto por la calma como por la que se desarrolla los acontecimientos como por el proceso vital que se nos muestra, un tanto superficial debido a la envergadura del reparto y al poco tiempo disponible, pero eficaz y suficiente para que esta dramedia tenga suficientes trucos ocultos como para seguir golpeando al menos un par de entregas más,
Mi puntuación: 6/10
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