La primera entrega de una trilogía de novelas fantásticas alemanas es adaptada al cine por el propio autor de los libros con un resultado bastante discreto, ya que en lugar de una obra cinematográfica parece que estemos ante el piloto de una serie juvenil. La causa de esto es un diseño de producción excesivamente colorido y artificial con unos modestos efectos especiales, todo ello envuelto en un halo de humor blanco ideal para niños, pero demasiado ingenuo incluso para adolescentes. Al menos nos ilustra con mitología nórdica de un modo ameno, aunque si en su país de origen ya no tuvo éxito en su estreno, dudamos mucho que se arriesguen a adaptar las dos secuelas restantes.
Mi puntuación: 4/10